Beatriz Peñalver, de bancaria a desfilar con moda de España en Nueva York

Esnupi 26 Ene, 2016 Princesas Guerreras, Viajando con Esnupi , , , ,

Beatriz Peñalver es una joven diseñadora sexitana que tiene como lema, simplemente hazlo. Esta joven licenciada en Administración y Dirección de Empresas, es un claro ejemplo de que hay que luchar por los sueños, ya que es la única manera de conseguir que se cumplan, y sobre todo hacerlo desde la pasión y la constancia, desde la valentía y la ambición.

Peñalver inaugura nuestra sección de Princesas Guerreras y la tendremos con nosotros durante varias semanas porque la entrevista dio para tanto que hemos decidido que era necesario contarlo todo. No queremos quedarnos con nada. Empezamos conociendo sus comienzos, y cómo una chica de la costa granadina llegó a Nueva York. Cómo pudo hacer que sus modelos se lucieran por la gran manzana. Pero vayamos paso a paso.

Queremos conocer las dos vertientes de Beatriz Peñalver, la de la diseñadora, la artista y por supuesto también la de la mujer empresaria, binomio de éxito para esta joven que aún no ha cumplido los 30 años, y que está siendo una revolución y un referente en cuanto a los nuevos talentos en el mundo de la moda se refiere. Su primera colección Debut2.0 se ha convertido en un baluarte de la moda granadina y andaluza, “pariendo” una de las prendas icónicas para Peñalver, la chaqueta torera “White Cayet”.

Su trayectoria ha sido como una eclosión, ya que desde que en 2012 hiciera su primer desfile en Almuñécar, la evolución sufrida por la firma y por la propia diseñadora ha sido más que exponencial.

BEATRIZ PEÑALVER

¿Pero cómo nace Beatriz Peñalver al mundo de la moda?

Estaba trabajando en banca, estaba realizando allí las prácticas de mi carrera. Soy licenciada en Dirección y Administración de Empresas. Estaba tremendamente aburrida, aunque reconozco que aprendí mucho, y los seis meses que estuve en el Departamento de Empresas, fueron un auténtico Máster. Además coincidieron muchas cosas en el mismo momento que influyeron en mi decisión, sobre todo porque el momento de crisis, hizo que me enfrentara a situaciones, a las que probablemente ninguno de mis compañeros en el banco, se había enfrentado antes. Ruina total, despidos, etc. Todo esto me hizo recapacitar. Si no me gustaba del todo el trabajo, la situación que vivíamos me hundía más todavía, y necesitaba un escape. A mí siempre me había llamado mucho la atención la moda, pero nunca había hecho nada, sólo customizar mis cosas, para salir y poco más. Cuando estaba en el banco me apunté a clases particulares de corte y confección, y después de patronaje industrial. Luego lo que he hecho ha sido muy autodidacta. De estrujarme la cabeza para ver cómo puedo hacer las cosas.

Cuando llevaba varias prendas hechas para mí, fueron mis amigas las que empezaron a pedirme que les hiciera a ellas vestidos, para una boda o para algún evento. Le hice un traje a una amiga para una boda. La verdad era que estaba muy mal hecho, desde el punto de vista de la confección propiamente dicha. Aunque tengo que decir que por fuera, la carcasa quedó estupenda. Todo el mundo le preguntaba que de quién era. De hecho, le pusimos hasta una etiqueta para que ella la pudiera mostrar, y a partir de ahí empezaron a pedirme cosas. Así fue como comencé a hacer costura a medida. Además coincidió con que se me acabaron las prácticas en el banco y no me renovaron el contrato. Yo estaba buscando trabajo, pero la verdad es que tenía el gusanito de querer seguir con la moda, porque estaba gustándome mucho y estaba viendo que era posible. Empecé a pensar que podía vivir de esto. Aunque es cierto que el sueldo tardó mucho en llegar, pero a mí me sirvió para tomar mi decisión. Me decidí porque vi que realmente se podía generar negocio y entonces contraté a mi primera costurera y yo le que hacía era buscar clientes, tejidos nuevos, y todo en Almuñécar y desde Almuñécar.

¿Ese fue entonces el comienzo?

Así empezó todo. Después de haber hecho los primeros trajes, una de mis amigas me convenció de que tenía que organizar un desfile, para que así todo el mundo viera qué era lo que estaba haciendo. Ella es diseñadora de interiores y se ofreció para ayudarme a organizar el evento. Y de una cosa que casi surgió de la nada, salió el evento más bonito que he hecho en mi vida.

Se fueron uniendo al proyecto un montón de amigos que como yo, no tenían trabajo, pero todos eran súper profesionales de lo suyo. Había gente de comunicación audiovisual, fotografía, organización de eventos, protocolo… Al final nos juntamos un auténtico equipazo y salió un evento en el que quedó todo tan elegante, tan bonito. Tuvo mucha repercusión en prensa. Hubo muchísimos empresarios que nos apoyaron, patrocinando el desfile. Nos salió un evento, que después con muchos más medios, no he sido capaz de volver a hacer de la misma manera.

Esto fue en 2012 y fue realmente mi declaración de intenciones, pero no era una colección como tal. Desfilaron los modelos que yo había hecho, pero claro, cada uno era diferente, eran de las clientas que me los habían dejado y cada uno era diferente, no había un hilo conductor, ni una temática, ni nada. Se llamó Il Debut – el comienzo- pero realmente como colección no tenía sentido, porque eran trabajos a medida para diferentes clientas. No tenían ningún nexo de unión, aunque cuando me llegó la oportunidad de Nueva York, desarrollé esa colección.

Tú has dicho Nueva York, como el que dice cualquier cosa. Pero ¿qué es eso de Nueva York?

Esto fue un sueño, en el que yo ni siquiera había podido pensar. Estaba trabajando en mi pequeño atelier, en el que aún estoy. Seguí haciendo mis trajes a medida. Había conseguido abrir mercado en Madrid, y me iban surgiendo oportunidades. Pero de pronto me llegó un mail, de una chica valenciana que vivía en Nueva York, que viajaba mucho y había decidido montar una empresa de promoción de diseñadores españoles, para poder llevarlos a Nueva York. Yo al principio no le hice mucho caso, porque no sabía si era un tema serio. Pero después lo pensé y le respondí. Me propuso participar y me dije… ¡vamos a intentarlo! y así fue.

Desarrollamos una colección, y ahí fue cuando hice Il Debut2.0, que era Il Debut, un poco mejorado y con sentido. Y esto fue lo que llevamos. Esta colección la verdad es que a día de hoy es por la que más se reconoce y aún la seguimos vendiendo. La gente nos recuerda por tules y por la chaqueta White Cayet (de Cayetana).

Pero Beatriz, exactamente ¿dónde desfilas en Nueva York?

Durante la Fashion Week, nosotros hicimos una Pop-up Store, que es una tienda temporal y la fijamos en Lexington Avenue que es una calle supe céntrica de Manhattan. Esta chica lo que hacía era, durante el mes que estuvo la Pop-up Store (de forma física, porque on-line estuvo seis meses más), lo que hacía era hacer eventos en la tienda. Desfiles, presentaciones, etc., y además, organizaba apariciones concretas en el espacio en el que se celebraba la Fashion Week. Se llevaba algunas modelos, y organizaba algún show, cosas así. También organizó por ejemplo, un encuentro de blogger españoles que habían ido a la Fashion Week.

En general puedo decir que hubo muchísimo apoyo de todos los españoles que estábamos allí. Fue una experiencia maravillosa. Cuando yo pisé Manhattan, que no había estado nunca, con las imágenes de Sexo en Nueva York en la cabeza… estaba más que emocionada, y es que además, yo iba allí ¡a trabajar!, eso era lo más alucinante. Llegar a la aduana y rellenar el documento de entrada diciendo que iba al país por motivos laborales, fue increíble… toda una experiencia.

¿A nivel creativo Nueva York supuso un hito para Beatriz Peñalver?

Una ciudad como Nueva York a nivel creativo te inspira sí o sí. Cualquier esquina, cualquier rincón, sirve para inspirante. Pero lo cierto es que sobre todo fue importante a nivel de repercusión. A nivel de difusión nos vino fenomenal porque ya teníamos algo importante en nuestro currículum que contar y nosotros la verdad es que hemos aprovechado muy bien eso. Le hemos dado mucho uso a haber estado en Nueva York y hemos amortizado la inversión que tuvimos que hacer para estar allí, ya que supuso un esfuerzo económico importante en su momento, aunque si bien es cierto que con lo que vendimos en la Pop-up Store física y sobre todo después en la on line, conseguimos recuperar lo invertido.

Los sueños entonces se pueden cumplir, incluso casi sin soñarlos…

beatriz+yo2

Por supuesto. Mi lema es que “las cosas hay que hacerlas”. No hay cosas imposibles. Si están ahí se pueden hacer. Es cierto que cuestan mucho esfuerzo. Todo cuesta trabajo pero hay cosas que hay que hacer. Lo de Nueva York fue un gran esfuerzo en todos los sentidos, pero es que ese tipo de cosas son muy importantes y hay que atreverse. Y pare ganar, hay que invertir, eso hay que tenerlo claro.

Nos vino fenomenal y apenas pueda, vuelvo. Lo que pasa que también hay que ser conscientes de que entrar en un mercado no consiste en una pop- Store de seis meses, consiste en muchas cosas más, y lo de Estados Unidos, hay que sentarse y hay que estudiar muy bien cómo hacerlo, siendo consciente de que necesitas un colchón grande debajo y de que vas a necesitar tiempo para poder despegar… pero bueno, eso será otra historia.

 

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