Siempre ha habido algo que me ha llamado mucho la atención, incluso desde pequeña, y era lo sumamente insolidarias que éramos las mujeres entre nosotras, para determinadas cuestiones. Nos lo prestamos todo, mentimos las unas por las otras, podemos pasar noches en vela consolando a nuestra amiga a la que le han roto el corazón… podemos ser geniales las unas con las otras, pero ¿qué pasa cuando nuestro chico o chica nos deja por otra? Ahí es dónde nos volvemos absolutamente irracionales, al menos desde mi modesto punto de vista.

Este es un tema que siempre me ha llamado mucho la atención y que tenía ganas de tratar. A ver ¿Por qué si nuestra pareja nos deja le echamos la culpa a la persona con la que se va o por la que nos deja?Siempre me he preguntado que porqué la zorra es la otra mujer, y no pensamos en el pedazo de hijo de su madre que nos ha dejado.

Me explico. No entiendo porqué echamos la culpa a una tercera persona de la falta de lealtad de nuestra pareja. Porque digo yo. ¿Quién nos debía respeto? Nuestra pareja ¿Quién era con quién compartíamos sueños, esperanzas, ilusiones y hasta una vida? Nuestra pareja ¿Quién es el padre de nuestros hijos? Nuestra pareja… y así podríamos seguir haciendo muchas, muchas preguntas, y la respuesta siempre sería la misma. Entonces si esto es así, ¿por qué nos empeñamos en echar la culpa a la “otra”? ¿Por qué demonizamos a una persona que a lo mejor podría ser hasta nuestra mejor amiga? Y lo que es desde mi punto de vista lo peor, ¿por qué convertimos en víctima de los manejos de una bruja perversa a quién es el verdadero culpable?

Yo siempre lo he visto muy claro. No entendía porqué tenía que llamar zorra como mínimo y con saña a una mujer, porque quien era mi pareja la había preferido, ¿qué culpa había tenido ella? La persona que me debía lealtad la había elegido, y a mí me había dejado, con mayor o menor galantería, pero al fin y al cabo yo no había sido la preferida. ¿Qué culpa tenía la otra chica de que esto hubiera sido así?

Está claro que cuando una relación se rompe es porque algo no funciona, algo va mal. Y si uno de los dos miembros de la pareja decide irse o estar con otra persona, ¿por qué maldecir a esa tercera persona? Cuando las cosas van bien, da igual lo que haya fuera, porque no es necesario buscar, no hace falta, no se necesita. La mala persona, el hijo de…, cerdo, cabrón… y todo lo que se nos ocurra, es nuestra pareja.

No cojamos y encima lo victimicemos diciendo que una lagarta lo enredó, porque ¿de verdad eso nos lo creemos alguna? ¿O es lo que nos decimos a nosotras mismas para auto-consolarnos? Estaría bien que pensáramos en ello en la frialdad del momento actual, y no con el acaloramiento de la situación dada. Si ahora reflexionamos y vemos cómo son las cosas de verdad, si nos llega el momento, culparemos a quién tengamos que culpar, pero no “a la otra”.

Si pensamos fríamente, envidio la solidaridad masculina en casos similares. Si un hombre es abandonado, engañado o similares por su chica… los colegas siempre le dirán “es una zorra, no te merecía”. Y si nos pasa a nosotras, diremos también “la zorra ha tenido la culpa”. ¿No nos damos cuenta del tremendo poso cultural que aún tenemos de culpabilizar a la mujer?

En fin… no pretendo dar lecciones, ni pretendo decirle a nadie lo que debe sentir, pero sí me gustaría que al menos reflexionásemos sobre estas cuestiones…

Si os apetece, me contáis vuestros pensamientos, experiencias o lo que queráis compartir. Y por supuesto que me han roto el corazón, me han dejado por “otra”, y me ha pasado de todo, por eso, después de muchas “malas experiencias” intento ser coherente y no buscar culpables dónde no lo hay, ni considerar verdugo a quien finalmente termina siendo una víctima. Por eso, cuando una mujer dice “es que si una tía se empeña…” yo le pediría que reflexionase sobre sus propias palabras.