Peque Cerqueira. Segundas partes sí son buenas

Tal vez cuando pensamos en una señora de 44 años, madre de dos hijos, nos vengan a la cabeza muchas imágenes, aunque probablemente ninguna de ellas sea la de una jugadora de baloncesto, alero, que juega en Liga2, o lo que es lo mismo, la segunda división del baloncesto femenino español, lo que supone hablar de deporte de alta
competición. De hecho, seguro que mucha gente podría pensar que esto es una broma o que no es posible, pero estarían en un error muy, muy grande, y por supuesto supondría que no conocen a “Peque” la jugadora del emblemático RACA granadino que este año, una vez más y pese a que cumplirá 44 años el próximo 18 de noviembre, volverá a enfundarse la camiseta y a pelear con más ganas e ilusión que hace 20 años, cuando era de las jugadoras, más importantes de España, habiendo llegado a conseguir un bronce mundial de clubes, una Liga, dos Copas de la Reina, y un subcampeonato en una Euroliga, con el que fuera su club, el desaparecido Bex Argentaria.
A principios de los años 2000, con el nuevo siglo, inició una nueva vida, en la que por cuestiones fundamentalmente de índole personal, dejó el baloncesto de alta competición, y formó una familia, aunque nunca dejó el deporte del todo, porque para ella no existe un día en el que no haga nada, en el que no se mueva. Junto a su marido, el también ex jugador de baloncesto, Félix Sánchez, emprendió también una aventura empresarial, en la que aún sigue inmersa, y abrieron un centro deportivo en Armilla, el CTC.
Concepción Cerqueira de la Torre, gallega de nacimiento, se nos hizo granadina (aunque como dice ella, los gallegos nunca dejan de serlo), se dedicó a su familia, nacieron primero Cristina y después Alex, a su negocio, aunque siguió muy vinculada al deporte, por su trabajo y también porque estuvo haciendo sus pinitos en competiciones de padel. Hasta aquí podría ser una historia normal, aunque en este punto es cuando se vuelve absolutamente extraordinaria, ya que once años después de haber dejado la alta competición, volvió a la cancha. Nos confiesa que lo hizo para demostrarle a sus hijos (ambos juegan al baloncesto, Cristina está becada por el Unicaja Baloncesto de Málaga y desde este año reside allí y Alex, que juega en RACA), lo maravilloso del deporte que tanto ella como su marido amaban.
Probablemente sin premeditar, fue entrando en la onda del gran momento del RACA y junto a este equipo consiguió ascender de Liga Nacional a Liga2, dónde sigue esta temporada. Peque reconoce que es muy difícil lo que ha conseguido, agradece a su naturaleza y a las lesiones que han sido benévolas con ella, aunque lo que está claro es que detrás lo que hay es un tesón envidiable, una fuerza de voluntad admirable, y mucho, mucho, mucho trabajo, todo ello aderezado por su lucidez y fuerza mental y con el plus de la motivación de poder compartir cancha con su hija, hoy infantil, con 13 añitos, pero que podría debutar en nacional a partir de los 15 años. Para Peque esto sería un sueño hecho realidad. No obstante, sabedora de que tiene que pelear su puesto con jugadoras que podrían ser sus hijas, ella quiere vivir el momento, pensar en la presente temporada, en la que volverá a pelear con su RACA por conseguir la permanencia y en la que porqué no, se atreverán a soñar con todo.
Conocer a Peque, hablar con ella y que nos cuente con tanta naturalidad lo excepcional de su vida, nos hace plantearnos la cantidad de límites que nos autoimponemos, y por supuesto el valor inmensurable de la voluntad, el trabajo y es esfuerzo. Grande Peque, y grande e inspiradora su historia.
Click aquí para escuchar la entrevista completa que le realizamos en Cadena Ser, en Ser Deportivos, dentro de El Pulsómetro, espacio dedicado especialmente al Deporte practicado por Mujeres.