Fuerza mental para vencer al Covid-19
Fuerza mental para vencer al Covid-19
Seguimos confinados. Seguimos viviendo una pesadilla totalmente surrealista. Aún nos pellizcamos para ver si todo esto es cierto. Las imágenes que estos días estamos viendo superan a cualquiera de las que hayan aparecido en los cientos de películas o series apocalípticas. Los rincones más conocidos y transitados del mundo, están vacíos. Asustan las estampas de la Puerta del Sol, los Campos Elíseos, la Fontana Di Trevi, la Plaza de Brandeburgo o el centro de nuestro mundo, Time Square. Imágenes desoladoras que parecían imposibles hace apenas unos días. La imagen casi fantasmagórica del Papa dando la bendición urbi et orbi en una plaza de San Pedro vacía, bajo la lluvia, supera a cualquiera que hayamos podido ver en el cine.
Vivimos una tremenda batalla, en la que no hay bombas, ni disparos, ni trincheras. El enemigo es silencioso, es invisible, y precisamente por ello es la más dura de todas. Aún no tenemos las armas que nos permitan luchar de tu a tu contra el dichoso coronavirus. Por eso, ahora no es tiempo de valentía, es tiempo de responsabilidad. Es momento de cumplir con nuestro deber. Quedarnos en nuestras casas. Salir a la calle sólo para lo estrictamente necesario. El confinamiento y el encierro no está siendo para nada fácil.
Ahora lo que nos toca es aprender a tener una fuerza que hasta este momento no habíamos necesitado. Una fuerza física, pero sobre todo mental que nos haga no sólo soportar la situación, sino que también nos servirá para tener las mínimas secuelas, porque aunque en principio se vislumbre el 27 de abril como el día para volver a salir, nadie cree que así sea.
Es importante que seamos capaces de hacer lo posible para mantener esa fuerza. Tenemos que aprender a no desesperar. A convertir el espacio que es nuestro hogar en un pequeño mundo en el que tenga cabida todo. Mantener unos horarios lo más parecidos a nuestra época de pre-confinamiento es importante. Levantarnos y «ponernos guapas y guapos». Quitarse el chándal es importante. En la medida de lo posible tener espacios diferenciados. La zona de trabajo debe ser una, diferente a la de esparcimiento, para aprender a separar tiempos y para mantener cierta higiene mental.
Dedicarnos tiempo, mimarnos, hacer cosas que nos gusten es muy muy importante. Hay otra cosa que nos puede ayudar mucho también. El ejercicio. Si hay quien ha sido capaz de hacer un IronMan en el salón de su casa, seguro que algo podremos hacer. Subir y bajar escaleras. Correr por el pasillo. O hacer alguna de las miles de tablas para ejercicio en casa que podemos encontrar en estos días en YouTube, nos va a servir más que para mantenernos en forma (lo cual está genial) sobre todo para sentirnos bien.