Sueños rotos

Sueños rotos
Esnupi 27 Abr, 2020 Simplemente Esnupi, Viajando con Esnupi , , , , , , , , ,

El 14 de marzo nuestro mundo se paró en seco. Jamás habríamos creído que algo así podría suceder. Todavía nos parece una pesadilla. Aún hoy parece que no es cierto. Teníamos una vida. Teníamos unos planes. Sueños, objetivos. Historias que comenzaban. Algunas incluso suponían la recompensan a largos esfuerzos. Pero de pronto, todo paró. Tuvimos que renunciar, pero RENUNCIAR con mayúsculas. Hasta niveles que no creíamos posibles. Covid-19 nos obligó a encerrarnos en nuestras casas, a dejarlo todo aparcado.

El mundo se detuvo y nuestras vidas quedaron en una suerte de incertidumbre, en la que aún siguen. Hemos perdido lo básico. Los abrazos y los besos. El compartir con propios y extraños. Hemos aprendido lo que significa sentirse libre y también lo que significa sentirse preso. Hemos conocido un dolor que hasta ahora ni tan siquiera sabíamos que existía.

Un aprendizaje duro, en una situación de absoluta vulnerabilidad. No podemos decidir. Porque no depende de nosotros. Un puto virus, que no se ve, que no se huele y que realmente no sabemos desde dónde ha llegado, nos ha doblegado. Ha destrozado nuestras vidas. Las ha llenado de sueños rotos.

Planificábamos reuniones, bodas, encuentros, viajes, comienzos… teníamos una vida y ahora no sabemos qué tenemos. El pensamiento positivo es muy importante y creer de forma axiomática que esto va a pasar y lo vamos a superar, es la esperanza que nos hace seguir adelante. Pero también es cierto que necesitamos darnos permiso para estar tristes, para dejar que las lágrimas que ahogan nuestro pecho salgan. El miedo, la incertidumbre, por nosotros, pero sobre todo por los que queremos duele, y duele en lo más profundo. Es el gran elefante dentro de la habitación. El que todos vemos, el que sabemos que está ahí, pero del que no nos atrevemos a hablar. Mencionar el duelo parece que es reconocer la debilidad, pero no es así. Sólo es parte de la dura digestión que tenemos por delante.

No se trata de un mensaje pesimista. Se trata de un kit kat en la lucha. Un momento de respiro. Son muchos los sueños rotos. Muchas las cosas que han cambiado. Es momento de recomponerse, de levantarse, de remangarse y de volver al rin. Recoger los trozos de nuestra vida y construir una nueva realidad. Soñar otros sueños. Es importante. Es necesario. Hay que hacerlo. Pero eso será a partir de mañana. Hoy me permito reconocer que estoy triste, que tengo miedo y que me duele la vida.

Mañana será otro día. Volveré a sacar la espada y el escudo, además de la máscara y de los guantes. Pero eso será mañana. Ahora me voy a la cama, con la desolación como compañera. Mañana prometo volver a sonreír, apretar los dientes y luchar… pero mañana.

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