¿SABES CUIDARTE PARA PRACTICAR DEPORTE?
Antes de nada queremos recordar que buscamos mejorar nuestra salud y calidad de vida. Por tanto, aquellas personas que tengan alguna enfermedad (que en nuestro caso limite la práctica física) deberán visitar a su médico y asegurarse de lo que pueden o no hacer.
Nuestro objetivo principal es crear un hábito de práctica física, por ello es muy importante que encontremos una actividad que nos haga disfrutar, que no nos suponga una carga pesada y que se adapte, de la mejor forma posible, a nuestras características y necesidades.
Por suerte, hoy día podemos encontrar miles de actividades que dan respuesta a todos los gustos y particularidades que tengamos. Podemos hacerlas de forma libre o dirigidas; gratis o pagando una cuota; en agua, en la calle, en un gimnasio,… En este artículo vamos a dar unas recomendaciones sobre aquello que debemos tener en cuenta a la hora de iniciarnos en la práctica deportiva. Se hará de forma general, ya que en breve colgaremos un nuevo post con consejos específicos en función del tipo de actividad que hayamos elegido.
CONSEJOS GENERALES PARA INICIARNOS EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA
- Calentamiento: Para evitar hacernos daño es muy importante realizar un buen calentamiento. Deberá ser progresivo, evitar las pausas, ser aeróbico (no podemos tener la sensación de faltarnos el aire al respirar) e incluir ejercicios de movilidad articular. Si el ejercicio que vamos a hacer implica trabajo de todo el cuerpo intentaremos mover todas las articulaciones, si es más orientado a tren superior haremos énfasis en esa parte del cuerpo,…
- Estiramientos: Los últimos estudios parecen evidenciar que el rendimiento disminuye si hay estiramientos estáticos en el calentamiento (cabe recordar que nosotros no buscamos un rendimiento sino salud y que estirar en el calentamiento no tiene otra contraindicación). No obstante, sí son muy importantes al final porque ayudan a recuperarnos. Por tanto, dedicar entre 5 y 10 minutos al final de cada sesión para estirar será obligado.
- Hidratación: Es muy importante, siempre que podamos, mantener una buena hidratación mientras hacemos ejercicio. No beber mucha cantidad de golpe sino pocos tragos cada poco tiempo.
- ¿Buscar compañía para realizar el trabajo?: Uno de los muchos beneficios de la actividad física lo encontramos en el plano social. Nos ayuda a distraernos y desconectar de nuestra rutina. Además, si realizamos el ejercicio con alguien se nos hará más ameno y en aquellos momentos de flaqueza una persona “tirará” de la otra y eso nos ayudará a crear nuestro hábito. Sin embargo, hacer la actividad sola no te hará depender de nadie, te permitirá un horario más flexible y llevar el ritmo que más te convenga en cada momento. Por tanto… que cada persona decida trabajar sola o acompañada.
- Realizar actividades en familia: No tiene por qué ser a diario pero sí es aconsejable la práctica física en familia. Nos permite pasar tiempo con nuestros seres queridos al tiempo que creamos en los más pequeños un hábito que les aportará múltiples beneficios a lo largo de su vida.
- Ropa adecuada: Dependerá de la actividad que vayamos a realizar. Pero es aconsejable que transpire, que sea cómoda, si vamos a correr que las zapatillas se adapten a nuestra pisada, que usemos toalla en gimnasio o clases dirigidas,…
- Ser conscientes de nuestros límites y limitaciones: Forzar demasiado nuestro cuerpo sólo nos traerá una lesión. Cada persona tiene unas características que determinarán nuestros límites y sobrepasarlos nos obligará a descansar demasiado o nos hará daño si no descansamos lo suficiente. Mejorar nuestra salud con el ejercicio no quiere decir sufrir cada día hasta la extenuación.
- Aprende a escuchar tu cuerpo: No todos los días rendimos igual en el trabajo, aunque lo intentemos. En el entrenamiento ocurre igual; el cansancio, el estrés del día a día, los problemas personales, descansar más o menos durante la noche, el estado de ánimo,… hay infinidad de aspectos que harán que nuestra sensación haciendo el mismo ejercicio que el día anterior cambie por completo. Debemos entender esto para evitar pensar que no estamos avanzando en nuestro proceso
- No querer hacer en una semana todo el trabajo: No podemos esperar ver cambios en la primera semana. Poco a poco iremos encontrándonos mejor en nuestro día a día pero hay que tener paciencia o nuestra frustración nos llevará a abandonar.
- Márcate unos objetivos realistas y alcanzables: Está muy relacionado con el punto anterior. Hablaremos sobre esto en nuestro próximo post, por ahora adelantar que el objetivo tiene que ser exigente pero alcanzable. Marcar un objetivo irreal nos hará pensar que todo lo estamos haciendo mal y no estamos progresando.
- Realizar la actividad en función de nuestros objetivos: Escribiremos otro post sobre esto. Realizar ejercicio aeróbico tiene una serie de ventajas, la tonificación muscular otras,… lo ideal es que incluyamos actividades de uno y otro tipo.
- Procura cambiar tu actividad cada cierto tiempo para evitar la monotonía: Esto tiene dos ventajas principalmente: Por un lado evitamos aburrirnos si hacemos siempre lo mismo, y como dijimos al principio, hay que disfrutar con lo que hacemos para mantener nuestro hábito durante el resto de nuestra vida; por otro lado, obligará a nuestro cuerpo a adaptarse a distintas situaciones, y esto es muy positivo.
- No puedes perder grasa de un sólo lugar del cuerpo: Mucha gente quiere perder la grasa de un lugar específico y que el resto del cuerpo se quede igual… eso no es posible. Es muy importante entender esto para no partir de una base equivocada. Si queremos perder grasa hay que aunar dieta y ejercicio adecuados y a través de este reto os ayudaremos con ambas cosas.
- La recuperación es tan importante como el trabajo: No podemos obsesionarnos con el ejercicio. Debe ser parte de nuestra vida pero hay más cosas. Tenemos un trabajo, una familia, amigos y multitud de obligaciones y problemas,… eso influye en la energía que tenemos cuando vamos a hacer ejercicio y hay que tenerlo en cuenta. Si es necesario descansar o reducir la carga un día no hay problema, sabiendo siempre que no puede convertirse en una norma.
- Mantener una dieta adecuada: Recuerda que hacer ejercicio y mantener una dieta poco sana no tiene mucho sentido. Échale un vistazo a los consejos del Doctor Miguel Mariscal para profundizar en este aspecto.
- Cambia tu predisposición hacia el movimiento: Hacer ejercicio no es un lujo o un capricho, es necesario para mantenernos sanos y mejorar nuestra calidad de vida.
- Incorpora, en la medida de lo posible, el ejercicio en tu vida diaria: Procura ir andando a los sitios en lugar de en coche, subir por las escaleras en lugar de usar el ascensor,…
- La técnica de los ejercicios es más importante que el número de repeticiones o el peso que se “levante”: No sirve de nada hacer más series de un ejercicio o levantar más peso si la técnica es mala porque podemos hacernos daño a medio plazo. Por ello, debemos estar concentrados mientras ejecutamos para evitar hacernos daño.